martes, 14 de mayo de 2013

Detroit: del abandono al avenir


Estar en Detroit es una experiencia muy peculiar, sobre todo por lo desproporcionado de sus espacios. Las calles son sumamente anchas, pero no hay ni personas ni coches que las utilicen.















La ciudad fue planeada exclusivamente para su majestad el automóvil. Grandes autopistas atraviesan y recorren la ciudad. Es en estas grandes vías en donde realmente se puede observar a la gente de Detroit (claro está, a través de los vidrios de los coches y a altas velocidades). Los espacios públicos son como desierto, reina el abandono.




No obstante, Detroit no es una ciudad abandonada, es un lugar que lucha por revertir décadas de apuestas poco exitosas en la industria del auto. La agricultura urbana es un gran ejemplo de cómo la ciudad quiere construir un nuevo discurso del presente y del futuro. Por ejemplo, en GreenWorks conocimos cómo la agricultura urbana no sólo es una herramienta de utilización de la tierra, sino todo un mecanismo para empoderar a la población de Detroit frente a un ambiente sumamente segregado. GreenWorks es el principal proveedor de alimentos de una cocina comunitaria para personas de bajos recursos















El arte en Detroit también se ha convertido en una vía para recuperar y dignificar los espacios públicos. The Heidelberg Project es un gran ejemplo de cómo la población de Detroit ha encontrado en el arte una forma de expresión muy crítica acerca de la vivienda, y la cultura estadounidense. Este proyecto se ha convertido en un museo al aire libre en donde se siente y respira la necesidad de pensar un nuevo futuro para la ciudad.















Otro gran proyecto que conocimos fue el African Bead Museum una gran intervención en edificios y terrenos abandonados a lado de una autopista urbana. El artista de dicha obra, Olayami Dabls, nos platicó que la idea de hacer un museo al aire libre tenía que ver más con una cuestión racial que con la decadencia y el abandono de la ciudad. Olayami es afro-americano y su obra cuenta la historia de una población que a pesar de ser mayoría en Detroit no cuenta con una identidad definida.
















El arte y la agricultura urbana están dibujando un nuevo avenir de la ciudad. Un avenir lleno de retos: ¿cómo revertir décadas de planeación exlusiva para autos? ¿cómo hacer para atraer a la gente al centro de la ciudad cuando el modo de vida en suburbio se encuentra tan arraigado? ¿cómo invertir en transporte público en una ciudad tan dispersa y en bancarrota?

Detroit se encuentra en el punto de inflexión entre el abandono y el avenir. Habrá que esperar el rumbo que tome la ciudad.

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